Se mapean, registran y consideran todas las actividades de la música que se sitúa en la intersección entre las artes escénicas y las industrias, puesto que incluye tanto los conciertos en vivo como la industria discográfica.

Esta es la razón por la que en algunos modelos se disgrega, asociándose como parte de las artes escénicas y del audiovisual. En este caso, se opta por tratarla como un sector independiente dada su singularidad y la especialización característica del sector.

Los rasgos distintivos del sector son el fonograma o unidad de grabación, de cualquier tipo y en cualquier soporte, y la industria discográfica que lo produce, así como los servicios asociados a la actividad musical (editorial, management, promoción de conciertos, etc.).

Al igual que en el resto de sectores culturales, se contempla el conjunto de funciones de la cadena de valor.